Cultura organizacional y su dimensión estratégica
Warren, citado por Chiavenato (1998), afirma que “una forma de entender la cultura
de la organización es por medio del análisis de los símbolos, los rituales y
las ideologías” y Kirschner (2006) explica que “la cultura es producto de los
intercambios con el medio ambiente, se presenta como la construcción de un
colectivo de su identidad, es una creación social y como tal, tiene
características propias”.
De allí que sea necesario conocer la cultura organizacional
de una empresa, para poder saber hacia en qué dirección va. Porque estas se
desarrollan a partir de las ideas de sus fundadores y líderes, las políticas de funcionamiento que allí se
imponen y la influencia que el entorno ejerce sobre ellas.
Pues la cultura está siempre presente y puede darse incluso
espontáneamente, pero cuando tiene una orientación definida por la misión, la
visión, los objetivos y procedimientos, es obvio que existen reglas de juego y se goza de dirección.
Ahora bien, una de sus funciones de la cultura
organizacional, es precisamente el apoyo a la estrategia comercial, fundamentando la toma de decisiones, dirige también las relaciones interpersonales y son
aceptadas por todos, asimismo establece los estándares de desempeño, para definir estilos administrativos correctos. Por tanto, tiene como esencia, transformar al individuo para que se enfoque
estratégicamente hacia los objetivos que la organización persigue
Y siendo que la cultura de una empresa es el resultado de
las construcciones sociales de los miembros
de la organización, se resalta el alto valor del talento humano y su estrategia
se vincula
a las prácticas de responsabilidad
social empresarial, dados los resultados positivos que de esta nacen.
Alineamiento de la
organización con las estrategias.
Ruiz, Guzmán y de la Rosa (2007) definen el
alineamiento como:
Vincular a las diversas unidades u departamentos
hacia la estrategia de la organización, llegando en este proceso de vinculación
hasta el nivel del empleado, de tal forma de asegurar que el trabajo,
actuaciones, decisiones y el comportamiento diario de todos los individuos de
todas las áreas, de todos los niveles, todos los días, esté directamente ligado
a apoyar la estrategia de la organización.
Hesselbein,
Goldsmith y Beckhard (1998), señalan que para completar la integridad de una
organización:
Se diseñan procedimientos de planificación y
presupuesto, sistemas de información, procesos de creación de productos nuevos,
esquemas de remuneración, criterios de selección y ascensos, trayectorias,
evaluaciones de rendimientos, secuencias de capacitación y desarrollo y se los
alinea entre sí y con la estrategia y estructura de la empresa.
Los anteriores conceptos indican que una organización
alineada debería ejecutar sus estrategias sin mayores problemas, por cuanto al enlazar
las diferentes unidades, áreas y procesos,
hacia las estrategias, debe hacer que el personal se mueva en la misma dirección, vinculándose hacia el
logro de los resultados que se esperan dentro de la organización, por cuanto allí se ha buscado la manera de
concertar una verdadera cultura organizacional, referida a la misión, visión y
valores compartidos, como un sistema que busca el éxito, promoviendo en su interior
el trabajo en equipo, de manera objetiva, creyendo en los valores
fundamentales, con un propósito común y líneas integradas de trabajo, en las que
progresar se transforma en desafío
Ada Díaz
Unidad III
Cohorte XXIII
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