martes, 10 de marzo de 2015

Cultura organizacional y su dimensión estratégica

Warren, citado por Chiavenato (1998),  afirma que “una forma de entender la cultura de la organización es por medio del análisis de los símbolos, los rituales y las ideologías” y Kirschner (2006) explica que “la cultura es producto de los intercambios con el medio ambiente, se presenta como la construcción de un colectivo de su identidad, es una creación social y como tal, tiene características propias”.
De allí que sea necesario conocer la cultura organizacional de una empresa, para poder saber hacia en qué dirección va. Porque estas se desarrollan a partir de las ideas de sus fundadores y líderes,  las políticas de funcionamiento que allí se imponen y la influencia que el entorno ejerce sobre ellas.
Pues la cultura está siempre presente y puede darse incluso espontáneamente, pero cuando tiene una orientación definida por la misión, la visión, los objetivos y procedimientos,  es obvio que existen reglas de juego y  se goza de dirección.
Ahora bien, una de sus funciones de la cultura organizacional, es precisamente el apoyo a la estrategia comercial,  fundamentando la toma de decisiones, dirige también las relaciones interpersonales y son aceptadas por todos, asimismo  establece los estándares de desempeño, para definir estilos administrativos correctos. Por tanto, tiene como esencia,   transformar al individuo para que se enfoque estratégicamente hacia los objetivos que la organización persigue
Y siendo que la cultura de una empresa es el resultado de las construcciones sociales de los  miembros de la organización, se resalta  el alto valor del talento humano y su estrategia se  vincula  a las prácticas de responsabilidad social empresarial, dados los resultados positivos que de esta nacen. 



Alineamiento de la organización con las estrategias.

Ruiz, Guzmán y de la Rosa (2007) definen el alineamiento como:

Vincular a las diversas unidades u departamentos hacia la estrategia de la organización, llegando en este proceso de vinculación hasta el nivel del empleado, de tal forma de asegurar que el trabajo, actuaciones, decisiones y el comportamiento diario de todos los individuos de todas las áreas, de todos los niveles, todos los días, esté directamente ligado a apoyar la estrategia de la organización.

Hesselbein, Goldsmith y Beckhard (1998), señalan que para completar la integridad de una organización:
Se diseñan procedimientos de planificación y presupuesto, sistemas de información, procesos de creación de productos nuevos, esquemas de remuneración, criterios de selección y ascensos, trayectorias, evaluaciones de rendimientos, secuencias de capacitación y desarrollo y se los alinea entre sí y con la estrategia y estructura de la empresa.

Los anteriores conceptos indican que una organización alineada debería ejecutar sus estrategias sin mayores problemas, por cuanto al enlazar las diferentes unidades, áreas y procesos,  hacia las estrategias, debe hacer que el personal se mueva  en la misma dirección, vinculándose hacia el logro de los resultados que se esperan dentro de la organización,  por cuanto allí se ha buscado la manera de concertar una verdadera cultura organizacional, referida a la misión, visión y valores compartidos, como un sistema que busca el éxito, promoviendo en su interior el trabajo en equipo, de manera objetiva, creyendo en los valores fundamentales, con un propósito común y líneas integradas de trabajo, en las que progresar se transforma en desafío


Ada Díaz
Unidad III
Cohorte XXIII

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